El IoT, la inteligencia artificial, la automatización, la seguridad o la transformación digital son algunos de los aspectos que marcarán los próximos doce meses en el mercado de 'networking'.

La digitalización se expande por distintas áreas, industrias y sectores de actividad, y con ella las herramientas tecnológicas vinculadas al proceso. La transformación digital seguirá teniendo importante presencia entre las organizaciones en 2019; muchas ya han comenzado esta evolución, pero otras comenzarán en los próximos doce meses a transitar este camino, y para ello, necesitarán invertir en tecnología de red. De ahí que sea una de las grandes tendencias en ‘networking’ para este año, según la compañía Extreme Networks. 

La empresa ha publicado un informe en el que destaca la transformación digital como un factor que impactará en la parte de ‘networking’ en 2019, dado que da especial protagonismo a las redes en tanto grandes facilitadores de las tecnologías digitales. En este sentido, el mercado de ‘networking’ vivirá un proceso de redefinición, con nuevas arquitecturas ágiles y simples, que capaciten tanto para la seguridad como para resiliencia.

En el sector de la tecnología, un nombre está sonando con fuerza en los últimos tiempos: inteligencia artificial. Es otra de las herramientas que ganarán en peso en ‘networking’, junto con la rama de ‘machine learning’ y la analítica. Estos mecanismos ayudan a mejorar las redes en múltiples aspectos, con el objetivo de incrementar la eficiencia, reducir costes y gestionar riesgos. 

Otro de los elementos que más está impactando la red en los últimos tiempos es el IoT. El auge en la conectividad, expandida del sector de consumo personal y automoción a otros como sanidad o industria, provoca una necesidad de modernización de la red y de seguridad extremo a extremo. Este será precisamente otro de los puntos calientes, vinculado también a la transformación digital que obliga a las compañías a replantearse su estrategia de protección de TI. En el mercado de ‘networking’ se popularizarán herramientas como la segmentación de aplicaciones y de red, con potencial para garantizar la seguridad de extremo a extremo y limitar posibles vulnerabilidades o brechas. El IoT trae además parejo la expansión del ‘edge computing’, la computación en el extremo de la red o más próxima a los puntos finales, para agilizar todo el proceso de transmisión. En los próximos meses se verá también un auge en la automatización de tareas de gestión y configuración de red, con elementos como las arquitecturas fabric ganando peso a la hora de favorecer el sistema. 

El modelo IaaS, con su simplificación de la escalabilidad, ganará enteros como el elegido por las empresas para acceder a recursos de TI como los servicios de red. La adopción de modelos de cloud híbrida o multicloud, con la distribución de las cargas de trabajo en distintos entornos de nube pública o privada, impactará también en el mercado de ‘networking’. También el nuevo estándar Wi-Fi, el 802.11ax o Wi-Fi 6, que favorecerá las estrategias híbridas y facilitará el trabajo a la hora de resolver incidencias en la red inalámbrica. Las aplicaciones en contenedor verán ampliados sus escenarios de uso, gracias en parte a que la virtualización ha contribuido notablemente a allanar el camino a esta tecnología al desvincularlo de su correspondiente hardware. Los contenedores son un método más ligero que las máquinas virtuales para ejecutar aplicaciones y servicios, y consiguen un mayor ahorro y eficiencia.