COORDINACIÓN GENERAL DE TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN

Diferencias entre “protección de datos” y “privacidad de datos”

Fecha de Publicación: Jueves, 21 de Octubre de 2021

Fuente: https://cio.com.mx/diferencias-entre-proteccion-de-datos-y-privacidad-de-datos/

septiembre 8, 2021

By José Luis Becerra Pozas

Desde el marketing y la logística hasta las finanzas y los productos, la toma de decisiones ahora está dominada por los datos en todos los niveles de la mayoría de las grandes organizaciones privadas. Mientras es indispensable el desarrollo de tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial, los datos también son un insumo crucial para muchos servicios en línea, procesos de producción y logística, lo que los convierte en un elemento crítico en la cadena de valor de muchas industrias diferentes.

Los datos son una de las principales materias primas para la innovación y el progreso. No obstante, como el petróleo, los datos sólo son valiosos si están en una forma utilizable. Así como el petróleo crudo se transforma en productos, los datos deben procesarse previamente antes de que puedan usarse para análisis.

Sin embargo, el uso y abuso en el acceso a datos personales conlleva riesgos. En 2019, Mark Zuckerberg proclamó que “el futuro es privado”. Algunas de las empresas del negocio online están usando nuestra experiencia, convirtiendo nuestras vidas en datos y atesorando fotos nuestras.

Shoshana Zuboff, profesora emérita de Harvard Business School, nos alerta del riesgo más importante: la capacidad de los actores de mercado para manipularnos y modificar nuestras conductas, es decir para comerciar con conductas futuras.

La seguridad de los datos siempre ha sido importante. Pero dado que más personas están trabajando de forma remota como resultado de la actual crisis de salud, existen más oportunidades que nunca para el acceso no autorizado a sus datos.

Estudios recientes muestran que más del 90% de los consumidores no se sienten cómodos con la forma en que se comparten sus datos personales en línea. La gente empieza a darse cuenta de que cuando haces clic o like, algo más está pasando. No es que los datos permitan predecir el futuro, sino que lo diseñan.

La seguridad de los datos a menudo se confunde con términos similares como “protección de datos” y “privacidad de datos”, sin embargo, la diferencia entre estos términos radica en las razones para asegurar esos datos en primer lugar, así como en los métodos para hacerlo:

La seguridad de los datos se refiere a proteger sus datos contra el acceso o uso no autorizado que podría resultar en la exposición, eliminación o corrupción de los mismos.

La protección de datos se refiere a la creación de copias de seguridad o duplicación de datos para proteger contra el borrado o pérdida accidental.

La privacidad de los datos se refiere a inquietudes sobre cómo se manejan sus datos: inquietudes regulatorias, notificación y consentimiento de uso, etc.

Esta conciencia no nos debe hacer caer en el error de la tecnofobia. El problema no es la tecnología. El problema radica en esta dinámica de mercado, inimaginable fuera de este mundo digital, que impregna la tecnología y la utiliza para sus objetivos. Se están desarrollando nuevas tecnologías para proteger los datos mientras se utilizan para el procesamiento y análisis seguros: confidential computing, privacy-aware machine learning o cifrado homomórfico, permiten compartir datos de forma segura en entornos que no son de confianza.

Los datos que una empresa crea, recopila, almacena e intercambia son un activo valioso. Protegerlos de la corrupción y el acceso no autorizado por parte de personas internas o externas protege de pérdidas financieras, daños a la reputación, desintegración de la confianza del consumidor y erosión de la marca.

Si tenemos claro que hacer un buen uso de los datos y la tecnología puede tener grandes beneficios para la mejora de la vida de las personas, necesitamos disponer de buenos mecanismos de gobernanza, regulación y financiación para empujar esta “economía de los datos” hacia el camino correcto. Estas regulaciones deben ir más allá en el desarrollo de una economía digital competitiva, segura, inclusiva y ética.

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